We the Lion es una banda de hermanos de la vida. Jóvenes limeños criados por familias amantes de la música. Alonso Briceño, Luis Buckley y Paul Schabauer se hicieron amigos de niños en el colegio. Su carrera musical se inició en el año ’93 y con tan sólo ocho años de edad, cuando Alonso y Luis hicieron su primera presentación frente a 150 alumnos de primaria. Paul se uniría cuatro años después, formando una banda de rock llamada Dharma. Fue en Dharma cuando tuvieron sus primeras apariciones en público, participando en distintos concursos universitarios e incluso ganando uno en el año 2005. Poco tiempo después, Luis partió a España a continuar su educación universitaria, y la banda se separó por unos años.

En el año 2011, Alonso volvió a escribir música. Paul y Luis se unieron y nació un proyecto. Durante meses escribiendo música, decidieron crear un álbum conceptual, un disco diseñado como un todo, una historia de emociones humanas de principio a fin.

“Para mí la idea de escribir con concepto es estimulante pues tienes un norte creativo, me siento cómodo al conectar con cada canción, componerlas siendo consciente de su impacto con el disco, en la historia, pero también que emocionalmente signifiquen algo para mí", comenta Alonso.

Interesado por explorar esta idea, fueron ofrecidos por Sebastián Fernández Dávila, ex baterista de Dharma, grabar un EP.  Aceptaron y se grabaron las primeras maquetas.

“Fue muy amable de su parte ayudarnos, y enfatizó en que sacar el proyecto adelante requería de un trabajo serio y constante.”

Sin embargo, escucharon el trabajo del productor David Chang, el cual fue altamente recomendado por músicos y productores en el medio. Se reunieron y tomaron la decisión de continuar el álbum con él. David permitió que la banda se relaje, dio libertad de seguir componiendo, de afinar el concepto, de extender la historia y darle madurez. Su amistad con Alonso se volvió importante, y le dio libertad de componer sin preocuparse de la guitarra. Juntos compusieron y grabaron más de 30 canciones.

David sugirió mantener la simpleza en la música, salir del concepto de banda y su estructura tradicional, y volverlo más íntimo.  We the Lion, fue evolucionando en su sonido. Se desfragmentó la batería armada, el uso excesivo de platillos, y se eliminaron la guitarras eléctricas para llegar a un sonido más orgánico. A pesar del temor a sonar vacío, el sonido fue natural y honesto. El sonido de la madera, el retumbe del tambor, cajón y panderetas le dieron un toque humano a la música.

“Buscábamos un nombre que nos uniera como familia y que abarque el lado primitivo y natural de la banda”. We the Lion resumiría muy bien esa idea, enfatizando la fuerza que tienen los tres al ser parte de algo mayor.

La banda, grabó su disco en EOG estudios, junto a Edu Olive y David Chang. El álbum fue mezclado por David Chang y masterizado en Nueva York por Joe LaPorta de Sterling Sound.

A finales de 2016, la manada siguió creciendo, con el apoyo del bajista Sergio López, hermano de la infancia y gran músico. Fiorella Uceda llegó para ser la percusionista de la banda, contagiando a todos con su alegría y alma festiva. Finalmente, Pedro Ávila (quién también participó de la grabación y composición de Violet) se incorporó con su violín y la virtuosidad que lo describe.

Finalmente, la manada está completa.